domingo, 1 de agosto de 2010

La despedida - I parte

No fue fácil decirte adios, quizá por eso no enfrenté ese momento. "Como siempre, mal y tarde", decidí enviarte un mensaje en el que te deseaba lo mejor del mundo lejos de mí, escribió Sofía en un papel, recordando lo que él amargamente le había dicho: "Tu ya tienes una vida, yo por el contrario no tengo nada".

Tal vez sí, ya tenga una vida, continuó, mientras un par de lágrimas rodaban por su cara, pero tú tendrías cabida en ella si me hubieras dado tiempo... tiempo para conocerte, para dejar de lado mis miedos y a mi fiel compañera, la soledad.

Por lo pronto, sólo sé que me tengo que acostumbrar a estar sin tí, pero creo que será lo mejor para los dos. Te quiero, pero debo dejarte ir.

Mateo la buscó nuevamente, para darse una segunda oportunidad... Sofía no atendió sus llamadas al celular, ni al teléfono de su casa. Tampoco la encontró en Messenger, ni le contestó los mensajes en Facebook.

Esto no es normal, pensó y, se fue hasta la casa de Sofía.

Abrió la puerta, no la encontró... se fue hasta el cuarto del apartaestudio y encontró un papel sobre la cama, escrito de puño y letra de Sofía. Unos metros más adelante, encontró su cuerpo sin vida.

2 comentarios:

natymarenco dijo...

esta catarsis está demasiado fuerte!!!!
qué buena historia!!

Anónimo dijo...

En efecto, el asunto va encontrando sus raices en el desarrollo. Felicitaciones.

FJAC