lunes, 2 de mayo de 2011

Parece que no moriste de amor, Romeo

¿Qué te hace pensar eso, Julieta?

Esta vez me fui 15 días y tu no me buscaste
¿Aprendiste a vivir sin mí?,
le dijo con su característico tono sarcástico.

No he aprendido a hacerlo, ni te creas.
Es sólo que...

¿Mientras no estaba conseguiste a alguien más?
Por primera vez, su voz demostró inseguridad.
Sintió pánico de perder aquello que sentía tan seguro.


Ganas no me faltan... pero ya sabes,
he aprendido a amar a la inconstante que tengo por novia.
La misma que tiene la maldita maña de ir e internarse en el Triángulo de las Bermudas,
por días o semanas enteras y, que luego regresa y con su dulce sonrisa hace que me olvide de todo.
Esa a la que mis demostraciones de cariño le parecen una cursilería y,
que piensa con el cerebro, mientras yo siento con el corazón.
La misma que se muere de asco cuando hay un par de novios "comiéndose a besos" en la calle,
mientras yo me muero de la envidia.

Pues que bueno que hayas aprendido a amarla,
porque ella también se muere de amor por ti,
aunque a veces pienses que es más fría que el iceberg que hundió el Titanic.


1 comentario:

natymarenco dijo...

suele suceder!! me encantó
veo que cambiaste el diseño!!