Hoy más que nunca me pregunto ¿quién vendió el mundo? (Who sold the world?), luego de haber visto lo del asesinato del bebé de Chía a manos de su papá (bien porque el mismo lo mato o bien porque lo mandó matar por x o y motivo).
Realmente esto ya ha superado toda lógica, pero algo me enseñaron en el glorioso Claustro "La realidad siempre supera toda lógica" y más allá de toda lógica, a la ficción. Esto parece una escena de una película de terror o un mal sueño del que todos quisieramos despertar.
Como Pablo Milanés, cada día que pasa pienso que "La vida no vale nada", y más ahora que somos capaces de permitir que cada día montones de niños sean violados por algún familiar cercano o, como en este caso secuestrado y asesinado.
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