Sentía que era una necesidad entregarle todo al mar: sus alegrías, sus tristezas, sus debilidades, todo.
Sin embargo, algo se quedó con ella: su miedo.
El miedo tenía miedo de dejarla, de sentir que ya no sería indispensable y, que ella empezara a crecer.
Es ahora cuando ella se pregunta ¿por qué no te lo llevaste?
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